Grasas benéficas y negativas: Información general
Contrario a lo que se ha difundido por diversos medios, no todos los tipos de grasas resultan dañinos para la salud de las personas. La grasa de determinados alimentos resulta sumamente benéfica para los seres humanos, ya que le proporciona una parte importante de la energía que el cuerpo necesita a diario; además de que no engorda, al ser asimilada con facilidad por el organismo.
Dos tipos principales de grasas
Según un artículo de la página web especializada en vida sana, Vitonica.com, la grasa que contienen los alimentos se puede dividir a grandes rasgos en dos tipos:
grasas saturadas e insaturadas.
El consumo de ambos tipos de grasas se considera necesario para mantener lo más posible un óptimo funcionamiento del organismo, sin caer, por supuesto, en los excesos en el consumo de ellas, hecho que podría acarrear considerables problemas a la salud en un corto plazo.
Grasas Insaturadas
En el artículo de Wikipedia dedicado al tema, se señala que las grasas insaturadas se presentan la mayoría de las veces en alimentos de origen vegetal, con la notable excepción del pescado,en donde se encuentran en forma de Omega 3.Una alimentación rica en este tipo de grasas ayuda a evitar un número importante de enfermedades cardiovasculares, ya que las propiedades depurativas de estas grasas reducen el nivel de triglicéridos en la sangre.
Grasas Saturadas
Ellas también son indispensables para el buen funcionamiento del cuerpo, pero su consumo debe de ser lo más limitado posible. Este tipo de grasa se encuentra en la carne roja, aceites de coco y de palma. Se le incluye con mucha frecuencia en una amplia variedad de alimentos preparados industrialmente. Un consumo excesivo de estas grasas probablemente causaría un notable aumento en los niveles de colesterol presentes en el organismo.
Grasas Ocultas o invisibles
En el artículo del sitio Vitonica.com se menciona otro dato interesante con respecto a las grasas; no toda la grasa de la comida es visible. Además hay otras grasas que a pesar de que no se pueden ver a simple vista, hecho que las hace de mayor cuidado a la hora de ingerirlas. Están presentes en una cantidad muy amplia de alimentos, como carne, pescado, lácteos, huevos y leche por citar algunos.